EL cementerio
El cementerio de Comillas está situado en el lugar de una iglesia parroquial. Este sitio, fue abandonado tras un incidente en una misa. Tras este enfrentamiento, el regidor de Comillas mandó construir otro templo, y este fue así abandonado. De esta manera este lugar pasó a ser utilizado únicamente como cementerio.
El cementerio lo encontramos siruado cerca del mar, sobre un promontorio por lo que es visible desde buena parte de Comillas y tiene un gran valor estético. Destaca por su presencia majestuosa, el Ángel de Llimona, escultura de un ángel espada en mano mirando al Cantábrico, obra de Josep Llimona i Bruguera.
Consta de una fachada monumental que está cubierta por un arco de medio punto redondo, bajo un tejado de dos aguas. Debajo de este arco, encontramos la puerta de entrada, de hierro forjado. El camposanto está rodeado por un muro de piedra, que está rematado por todo tipo de pináculos decorados con cruces. Éstos siguen los desniveles del promontorio en el que se ubica el cementerio.